domingo, 28 de julio de 2013

~Capítulo XII~

~Narra Alba~
Ya acabé mi turno y volvi a casa
-Hola Luke- me tiré en el sofá- Hola Ana-
-Hola guapa ¿Qué tal?-
-Pues muy bien, aqui ¿y tu?-
-Tambien-
Subí a mi cuarto y llamé a Harry
*Conversación telefónica*
-Harry, ¿Qué me pongo?-
-Da igual, con cualquier cosa estas mona-
*Fin de la llamada*
Empecé a buscar en el armario y encontré esto


-Perfecto- lo posé en la cama y esperé a que me mandara Harry un whatsapp cuando pudiera ir.
Recibí el whatsapp media hora despues y decia "Todo listo, te acordaras siempre de esta noche". Me vestí y fui para allá.
*Ding dong*
Harry me abrió la puerta
-Que puntual-
-Siempre lo soy-
Entré y vi juegos de mesa.
-Dios mio ¿Vamos a jugar a la oca?-
-Em...Si-
-Que tio-
Me senté en el sofá y puse mi ficha en la casilla de salida. Cai en una oca.
-De oca a oca y tiro porque me toca-
Luego le tocó a él y cayó en un pozo.
-Jo-
-Tranquilo, ya saldrás cuando haya tirado tres veces-
Tiré y cai en otra oca
-¿Cómo tienes tanta suerte?-
-Creeme, no es suerte-
Tiró Harry y cayó en un numero normal
-Que mala suerte tienes-
Cai en otra oca y era la final
-¿He ganado? he ganado lalalalala-
-Que morro-
-Y aparte de la partida ¿Que gano?-
-No se pero consuela al perdedor ¿no?-
-Vale...¿Qué quieres?-
-Un beso-
Me acerqué a él y le besé
-Vamos a ver la tele-
-Yo no quiero ver la tele-
Me cogió y me puso encima suyo
-Entonces ¿Qué quieres hacer?-
-Bueno, tengo algunas teorias...-
-¿Asi?-
Me dio un besó largo.
-Creo que se por donde van tus teorias-
Me volvió a besar y me soltó la coleta. Le fui desabrochando la camisa poco a poco hasta que su pecho con tatuajes quedara al descubierto. Él me agarró en brazos y me subió por las escaleras hasta llegar a su cuarto. Me tiró en la cama y se puso encima mio mientras me quitaba la camiseta y me besaba el cuello. Le quité los pantalones mientras él seguía besandome. Me fue desabrochando el sujetador y bueno... El resto es historia.
~Narra Harry~
*A la mañana siguiente*
Me desperté con Alba al lado y no quise despertarla. La miré y sonreí mientras ella seguia dormida. Bajé a la cocina e hice el desayuno. 
-Hola vida- apareció ella por la puerta de la cocina con mi camisa puesta como si fuera un vestido
-Buenos dias princesa, ¿Quieres desayunar algo?-
-No, no tengo hambre-
-Nunca tienes hambre-
-Ya ves, ¿estás seguro de lo que hiciste anoche?-
-Más que eso, acaso ¿tu no lo estás?-
-Yo por supuesto que lo estoy, fue increible-
La besé y sonreí

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